La siguiente, es una entrevista a José Manuel Herríquez, presidente actual de la SND y activo en la disciplina de la busqueda con detector de metales.
1.- ¿Cómo entraste al mundo de la búsqueda con detector?
Acumulé monedas desde que tenía 5 años y me convertí en “coleccionista”, durante mi estadía en EEUU en 1971-72, cuando fui estudiante de intercambio con la AFS. Cayó en mis manos un periódico numismático, y leyendo su contenido, me interesé de inmediato por conocer más a fondo ese mundo. Pronto entendí, que para tener una “colección”, debe tenerse un tema, un período de tiempo y varios otros parámetros comunes entre las piezas que la componen. Rápidamente elegí concentrarme en una colección de Monedas Republicanas Dominicanas, entre 1844 cuando inició la República, y 1963 cuando cambiaron el metal de las monedas, de plata a cuproníquel. Cuando regresé a mi país, amplié mi colección incluyendo monedas Coloniales y las del período de la Ocupación haitiana, por considerar que abarcaría toda moneda que circuló en nuestro territorio, hasta 1963. Descubrí que las monedas de plata acuñadas en la Casa de Moneda de Santo Domingo, eran extremadamente difíciles de conseguir, por lo que me puse investigar la procedencia de las muy pocas que se conocían. Leyendo, siempre leyendo y estudiando, me enteré que algunas de estas monedas, habian aparecido en una “botija” en San Pedro de Macorís. Después de comprobar la veracidad de este hallazgo, entendí que en entierros perdidos, es que podía encontrar estas escasas monedas. Comencé de inmediato a estudiar sobre la busqueda de monedas con detectores y en corto tiempo ya estaba bien involucrado en esta actividad, dedicándole mucho tiempo, lo que me permió conocer otros entusiastas de este pasatiempo, con quienes hemos formado de un grupo, todos coleccionistas de monedas y miembros de la Sociedad Numismática Dominicana, entidad que agrupa los coleccionistas de monedas y demás material numismático.
2.- ¿Cuál ha sido tu mayor (o mayores) hallazgo y porque lo consideras así?
He tenido muchos hallazgos importantes, no por el valor de las piezas, sino por su importancia histórica. Una diminuta moneda de Un Maravedí de Santo Domingo, un cobrecito pequeñito de apenas 20 milímetros, muy finito, que se destruye muy fácilmente en contacto con la tierra; es uno de mis mayores tesoros encontrado detectando. Cuando lo encontré, no lo pude identiicar, por lo que se lo entregué a un compañero de búsquedas para que me lo limpiara, ya que mi equipo para limpieza estaba en mantenimiento. Gran sorpresa recibí, cuando temprano al día siguiente me despertó mi amigo, para informarme que moneda que le di a limpiar, era una rarísima moneda de UN (1) MARAVEDI DE LA CECA DE SANTO DOMINGO. Esta moneda, vino a ser la pieza número once (11) de este tipo conocida.
Otra de mis piezas favoritas, no es de nucho valor, pero si es una curiosidad histórica. Estando en el área de un ingenio de azúcar colonial, encontré lo que pensé era un proyectil o bala moderna de plomo. La guardé en un recipiente que siempre llevo donde voy echando los hallazgos, y continué detectando. Al medio día, a la hora de la comida y descanso, siempre pasamos inventario de lo encontrado por cada uno, después de haber comentado mis hallazgos, uno de los compañeros comentó que había encontrado una bala; entonces recordé la que habia yo encontrado, entregándola al compañero para que la inspeccionara. Al limpiarla un poco, me dice: “pero tiene una inscripcion”. Ahí brincamos exaltados, limpiamos la “bala” con un poco del agua de beber, descubriendo que se trataba de un dedal para coser, para dedos muy pequeños, en plata, con cuatro grabados
En su falda la inscripción: “D. CATALINA DE MELO”. Cuando llegué a mi casa, limpié el dedal con mucho cuidado, lo fotografié y hasta le hice un video. Utilizando un lápiz para hacerlo girar mientras filmaba el video, de manera de leer la leyenda inscrita, y apreciar los cuatro grabados dibujados en su cuerpo. Mi mayor sorpresa y alegría fue cuando hice una búsqueda en internet con el nombre de esta Señora, encontrando una referencia sobre ella, en las páginas 152-53, de la obra “LA ESPAÑOLA, ANOTACIONES HISTORICOS (1600-1650)”, de la autoría deJuana Gil-Bermejo García, Sevilla 2003, ed. Escuela de Estudios Hispanoamericanos. La menciona por su nombre completo, como exportadora de “gengibre” desde la Española hacia España, en el período 1611-20.
3.- ¿Cómo planificas una expedición? Que se debe de tener en cuenta
Esa es una parte interesante del pasatiempo. Debes estudiar cuales son los sitios potenciales, luego hay que hacer un trabajo de localizar el permiso con el dueño de la propiedad, explicando lo que buscamos, como lo hacemos y que no dejamos daños ni rastros de nuestra presencia. Tapamos los pequeños hoyos que hacemos, no dejamos basura, no dañamos siembras, no rompemos empalizadas, etc. Preferimos que nos acompañe un empleado o practico de la misma propiedad.
4.- ¿Cuál ha sido tu mayor fracaso en una expedición
Fracasos he tenido muchos, esta es una actividad de perseverancia y solo la vas a practicar, si de verdad te gusta. Las veces que sales y no encuentras nada de importancia, son la mayoría. Por eso cuando encuentras cualquier pieza, aún de poco valor, pero antigua, histórica, misteriosa; como hebillas, botones, cascabeles, herraduras, etc.; regresas con gran entusiamo, apresurado para limpiarlas e identificarlas. Mi mayor fracaso fue un dia que excavé hasta una profundidad de 3 pies en persecución de una señal que iba en aumento, pero que en realidad eran los aros metálicos de un barril de madera. Después de más de una hora hoyando, en el fondo lo que habia era una hazada de hierro, muy antigua y muy oxidada. Lo que levantó los ánimos, era que estabamos en el área de influencia de un antiguo ingenio colonial; que de la excavación salieron pedazos de potizas de barro del tipo hormas; huesos de aparencia humana, fragmentos de vasijas indígenas, los tres flejes o zunchos de hierro de un barril de madera. La imaginación nos llevó a pensar que en el fondo del barril, encontraríamos un tesoro enterrado por algun magnate del azucar colonial, y que los huesos eran del personal esclavo que fue utilizado para hacer la excavación, que fue sacrificado y dejada in-situ, para guardar el secreto.
5.- ¿Cuáles son los problemas más frecuentes que se encuentran en una expedición?
Hay muchos factores que crean problemas o dañan una expedición, por mejor planificada que haya sido. La lluvia, el sol, la yerba alta, las avispas o abejas, los caminos malos, etc, etc. Cualquier factor puede crear problemas y hasta finalizar una expedición. Hay que ser muy precavido y llevar todo el material de soporte para enfrentar los problemas.
6.- ¿Qué equipo para detectar, recomendarías a alguien que quiera iniciarse en esta actividad?
Recomiendo a cualquiera que quisiera probar este pasatiempo, primero acompañe como “mochilero” a algún detectorista experimentado, para que compruebe si de verdad le gusta la actividad; antes de gastar dinero en equipos. Después de varias expediciones podrá saber si realmente le interesa la detección, y para cuando se decida a adquirir equipos, ya habrá discutido y probado cuales son los que funcionan para las condiciones en que se menejará. Esta es una actividad donde el equipamientono es barato, es muy específico y de salida lenta; en caso de que decidas venderlo más adelante.
Por Roberto Núñez